Henri Matisse, Mujer con sombrero, 1905 MoMA San Francisco.
Las paredes en Rue de Fleurus se reorganizaban continuamente para dar paso a nuevas adquisiciones.
Entre las primeras obras se encuentran las de Cézanne adquiridas en la galería de Ambroise Vollard, El retrato de Madame Cézanne, (1878). En el Salón de Otoño de 1905, los hermanos Stein adquirieron Mujer con sombrero, 1905.

“Cada vez más frecuentemente numerosas personas comenzaron a visitarme para ver las pinturas de Matisse y Cézanne. Todos invitaron a alguien y comenzaron a venir en cualquier momento, lo que se convirtió en una molestia y fue de esta manera que se iniciaron las reuniones de los sábados por la noche”, Gertrude Stein
Picasso y Matisse estuvieron más cerca de lo que en muchos casos se opina, aun con lo compleja que pudiera ser la relación entre ellos. Una relación que se ha revisado continuamente, desde su primera exposición conjunta en la Galería Paul Guillaume en París 1918 con ensayos del mismo galerista.
Aunque en realidad, sus inicios se remontan a París en 1906, cuando se conocieron regularmente en el estudio de los coleccionistas Gertrude y Leo Stein.
Gertrude Stein no solo pertenecía al mundo bohemio de la época dorada parisina, sino que ella le medía el pulso, o quizá se lo daba. Su mecenazgo y amistad con los artistas emergentes de su tiempo aparece registrada a través de las obras que coleccionaron.
Los Stein hicieron, posiblemente más que cualquier otro coleccionista o marchante para impulsar el avance de la causa del arte moderno, fueron auténticos agitadores.
No solo tenían influencia en los marchantes de su época y enseñaban al público las obras de los artistas, sino que fueron los que presentaron a Matisse y Picasso.
Desde entonces, empezaron a quedar regularmente, se visitaban a menudo uno al estudio del otro, con espíritu competitivo pero también de intensa curiosidad. El carisma de Picasso era mágico, incluso cruel, pero de tal magnetismo que nadie quedaba indiferente.
Es ahora, en este año, que podemos conocer más de cerca como Picasso marca el s. XX por su gran innovación y ante todo la gran trascendencia de su legado.

